El incendio de un avión a punto de despegar en Las Vegas hace unos días, ha sido ejemplo de buena evacuación y ha demostrado que los materiales ignifugados cumplen un importante papel a la hora de retardar el desarrollo de un incendio, dando tiempo a las personas a evacuar. El avión, con destino a Londres, se encontraba en la pista de despegue cuando uno de los motores comenzó a arder. El personal de la compañía British Airways actuó rápidamente, en cuanto se detectó el incendio en un lateral, activando el protocolo de emergencias y evacuación de pasajeros. A través de la rampa de emergencias, los pasajeros huyeron rápidamente por la pista, en apenas 6 minutos. Los bomberos a continuación apagaron la aeronave en pocos minutos más. El incendio se produjo bajo el ala. El aluminio del fuselaje funde a unos 300 º C. Debajo está el aislante, entre las chapas del avión. El aislante es una combinación de polímeros tipo PU, polimidas, sin fibras. Gracias a que este material estaba ignifugado, el incendio no se propagó a la cabina, dando tiempo a desalojar el avión. Aunque no han trascendido los detalles del fuselaje donde ardió para poder llegar a ver la chapa de aluminio desprendida y el material polimérico que resistió el paso al interior, la portavoz de British Airways, Caroline Titmuss, sí dijo que «la seguridad es siempre nuestra prioridad.»
