La instalación de detectores de incendios para la protección en viviendas de mayores está cada vez más extendida en los municipios españoles. Las campañas de concienciación llevadas a cabo desde colectivos de bomberos, como APTB (Asociación profesional de técnicos de bomberos), y asociaciones del sector, como TECNIFUEGO-AESPI, Asociación que agrupa a fabricantes e instaladores, está dando sus resultados.
El grito de alarma se lleva dando desde hace años, al comprobar que en el balance anual de incendios en viviendas, la media de fallecidos por incendio ronda las cien personas. En esta siniestra estadística, se repiten estas variantes: los fallecidos son personas mayores de 65 años, el mayor número de muertes se produce de noche y el mayor número de incendios resulta en invierno.
La instalación de detección de incendios en las viviendas de ancianos es una de las iniciativas más importantes que desde las instituciones públicas se están llevando a cabo para frenar esta tendencia en la siniestralidad.
La detección de incendios alerta a través de luz y sonido en los primeros momentos de un incendio, aun estando dormidos. Además si se conecta a una central de alarmas, el aviso puede ir directamente a los bomberos. La detección de incendios es fácil de instalar y no es muy costosa.
Hay que felicitar por ello a los ayuntamientos pioneros en aras de la prevención de incendios, como el de Ponferrada (León), Alcorcón (Madrid); Sestao, Derio, Ugao, Abadiño (y otros municipios de Vizcaya); San Sebastián, Oñati, Elorrio (y otros municipios de Guipúzcoa),Laredo (Cantabria), municipios de Burgos, Palencia, La Unión (Murcia) y pronto lo harán en Baracaldo, Cáceres y un largo etcétera. La Diputación de Castellón es la última en sumarse a este proyecto, y ha iniciado una campaña para instalar detección de incendios en hogares de las personas mayores de 70 años de la provincia que vivan solas.