Menos fallecidos pero más incidentes por incendio en vivienda. De las más de cien mil intervenciones de los bomberos por incendio en vivienda en España durante 2013, resultaron 97 personas fallecidas, en la mayor parte de los casos, por quemaduras (54%) y por intoxicación (41%) del humo inhalado. Además, se repiten estas variantes: entre los fallecidos destaca el número de personas mayores de 65 años, incidencia de los incendios nocturnos y mayor número de incendios en el invierno. Este balance es ligeramente inferior al año 2012, en el que fallecieron 102 personas y se aleja mucho de las 150 que murieron en 2005 por un incendio en su hogar.
“Necesitamos que las autoridades se impliquen en la sensibilización social –afirma Vicente Mans, presidente de la Patronal del sector contra incendios, Tecnifuego-Aespi-, como sucedió con la campaña del cinturón de seguridad, cuyo uso masivo ha hecho que las muertes por accidente de tráfico hayan descendido desde las casi 6.000 víctimas en los años 90 a las 1.130 en 2013. Estamos convencidos de que una campaña institucional de concienciación sobre medidas básicas de seguridad contra incendios reduciría considerablemente el número de víctimas y los daños materiales, sobre todo en personas mayores y en incendios nocturnos, que es la incidencia mayor y más dramática”.
Aunque insuficiente, algo se está avanzando en la sensibilización e implicaciones de las instituciones. Algunos ayuntamientos están tomando cartas en el asunto y realizan simulacros de incendio en comunidades de vecinos y colegios. Asimismo, la Comunidad de Madrid, la Federación Madrileña de Municipios, la Fundación Mapfre y la APTB (Asociación profesional de técnicos de Bomberos), iniciaron una ejemplar campaña en diciembre «Este invierno protege tu hogar» (50% de las víctimas se producen en invierno) para cercar al ciudadano las medidas básicas de prevención y protección frente a incendios en el hogar, en medios de comunicación, en el Metro de Madrid y en redes sociales.
Otro ejemplo reciente, es el del ayuntamiento de Derio (Bizkaia), que está patrocinando y subvencionando una campaña para instalar detectores de humo autónomos en las viviendas de mayores de 75 años, a fin de que las personas mayores que viven solas puedan vivir de manera segura.
MAYOR RIESGO
Y es que parece evidente que el riesgo de incendio ha ido aumentando a medida que los hogares han ido equipándose cada vez más de aparatos eléctricos (ordenador, TV, electrodomésticos, aire acondicionado, etc.), muebles y textiles, suelos de madera o tarima, altamente inflamables. Esta mejora en la calidad de vida, sin embargo, no se ha visto compensada en el apartado de prevención y protección de incendios. La mayoría de las personas no saben que un detector de humo puede avisarles en la primera fase de un incendio y ponerles a salvo hasta que llegan los bomberos, o que un rociador automático, puede activarse aunque no haya nadie en casa y apagar un pequeño incendio causado por un cortocircuito, por ejemplo.
Igualmente, todos los materiales, los de construcción, paredes, techos y los de muebles, suelos, telas, etc. pueden tratarse frente al fuego, bien otorgándoles más resistencia frente al fuego, en el caso de la estructura de los edificios, y en el caso de los materiales a través de la ignifugación, para evitar o retrasar la propagación de las llamas.
LA PROTECCIÓN ES POSIBLE
Así las cosas, los expertos de TECNIFUEGO-AESPI son conscientes de que la protección es posible, y que tomando ciertas medidas de prevención y seguridad se pueden reducir drásticamente los daños por incendio: revisión anual de la red eléctrica, evitar la sobrecarga de enchufes, evitar las situaciones de riesgo, como cacerolas y sartenes en el fuego sin vigilancia, velas encendidas, estufas encendidas por la noche, fumar en la cama, etc., y la instalación de medidas de seguridad (detectores de humo , extintores, rociadores, protección de las estructuras y materiales, evacuación de humos, puertas cortafuego, etc.) que protegen, alertan y extinguen en los inicios de un incendio.
En todo tipo de edificios de viviendas, sea cual sea su antigüedad, independientemente de lo que ordena el Código Técnico de la Edificación (CTE), los especialistas en seguridad contra incendios, recomiendan la instalación de los siguientes equipos básicos en una vivienda, zonas comunes y garajes:
Extintor: en caso de conato o primera fase del incendio, se utiliza fácilmente y siempre dirigiendo la manguera a la base de la llama.
BIE: La boca de incendios equipada es idónea para instalarse en el portal y pasillos. Es fácil de usar, eficaz e inagotable ya que funciona con agua de la red.
Detección: los detectores automáticos proporcionan gran seguridad mientras se duerme, ya que son los equipos más precoces que avisan por medio de sirenas e indicadores visuales asociados del posible incendio para proceder a la evacuación del edificio y activar los equipos de extinción automática (si van asociados a rociadores automáticos, por ejemplo).
Rociadores automáticos. Permite sofocar el incendio con la acción directa del agua a través de los rociadores que son alimentados por tuberías. Se activan automáticamente.
Ignifugación de los materiales: Conviene tener en cuenta el grado de reacción al fuego de los elementos de revestimiento de techos, paredes, suelos, mobiliario y elementos decorativos en general. Lo deseable es que tengan la menor contribución al fuego.
Compartimentación y protección estructural. Todos los elementos constructivos que componen una vivienda deben cumplir con una característica de resistencia al fuego que permita la evacuación de las personas y la intervención de los bomberos.
Control de humos en la escalera y garajes: El objetivo es mantener las vías de evacuación que discurren por ella a una presión superior por medio de un sistema mecánico de suministro de aire fresco, para impedir que el humo invada la escalera o el garaje y dificulte su evacuación.
Señalización de emergencia. Especialmente para las vías de evacuación.
Puerta cortafuego. Elemento fundamental en el compartimento de zonas de evacuación, por ejemplo, escaleras de emergencia, en los pasos a garajes y accesos al edificio