Los primeros datos reunidos a través de bomberos, aseguradoras y noticias en prensa sobre incendios en durante 2016, recogen cerca de 125.000 intervenciones de los bomberos por incendio o explosión, y 172 víctimas mortales. En el área de los incendios en vivienda el número de fallecidos durante 2016, asciende a 116. Comparando los datos de 2015: 164 víctimas, en total, y en vivienda, 109 fallecidos, se ha producido un aumento del 7% en víctimas mortales y un 20% de intervenciones de bomberos en todo tipo de edificaciones. Las estadísticas que proporciona UNESPA contrastados con ICEA sobre siniestros por incendio en edificios de viviendas, se elevan a 17.290. Por su parte, según fuentes de Bomberos se registraron durante 2016, 14.989 intervenciones en el interior de las viviendas.
Las causas que más se repiten son: aparatos productores de calor defectuosos, sobrecarga en la red eléctrica, instalaciones eléctricas defectuosas, descuidos (dejar encendida una estufa toda la noche, un cigarro mal apagado, dejar velas encendidas sin vigilancia, dejar la sartén en el fuego mientras se atiende una llamada, etc.). La práctica inexistencia de medidas básicas de seguridad contra incendios (detector y extintor) en el interior de la vivienda hace que no se detecte un incendio en su fase inicial ni se pueda apagar en esa misma fase. Igualmente, el 90 % en edificios antiguos, y el 20% en edificios de nueva construcción no disponen de las medidas básicas de seguridad que exigen el Código Técnico de la Edificación en los espacios comunes: portal, escaleras, trasteros, garajes, salas de caldera.
El lamentable resumen destaca que el mayor índice de víctimas mortales en viviendas es un anciano que vive solo; el horario: nocturno; la época del año: invierno; el lugar: el salón, es la habitación en la que mayor número de incendios se originan, seguido de los dormitorios y de las cocinas.
Ante unos datos que no disminuyen, por el contrario van en aumento cada año, TECNIFUEGO-AESPI, la asociación que agrupa a las empresas que desarrollan los sistemas de seguridad contra incendios, se quiere manifestar que es posible proteger frente a un incendio y evitar muertes en muchos casos. Solo es necesario guardar ciertas precauciones y medidas preventivas e instalar algún aparato que nos avise frente a un incendio y que apague si se produce un conato.
Por ello, desde hace un par de años estamos inmersos en una campaña de concienciación para instar al Ministerio de Fomento a que incluya en la legislación (Código Técnico de la Edificación) la instalación de medidas de seguridad contra incendios obligatorias, como un detector de incendios.
En Francia y Portugal se exige la instalación de un detector en las viviendas. Algo barato, sencillo y que avisa en caso de incendio para así poder escapar y avisar a los bomberos.
Existen en España iniciativas de este tipo que han surgido de los Cuerpos de Bomberos y en diversos municipios ya se han instalado detectores en el caso de ciudadanos vulnerables, como ancianos. Por ejemplo en Zaragoza, Ponferrada (León), Alcorcón (Madrid); municipios de Vizcaya; municipios de Guipúzcoa, Laredo (Cantabria), municipios de Burgos, Palencia, La Unión (Murcia), Cáceres y la Diputación de Castellón.
EVITE INCENDIOS
Las estufas pueden originar un incendio. Manténgalas alejadas (como mínimo un metro) de otros objetos: cortinas, ropa puesta a secar, etc.
No deje velas encendidas sin vigilancia. Mantenga las cerillas y los encendedores fuera del alcance de los niños.
Antes de salir de casa o de acostarse, apague todos los aparatos que puedan originar un incendio (estufas, fogones, etc.), velas, y cierre las llaves de paso del gas.
No conecte varios aparatos en un solo enchufe múltiple y mantenga en buen estado la instalación eléctrica.
No utilice aparatos eléctricos de ningún tipo en mal estado.
No fume en la cama y no tire las colillas en cualquier sitio. Asegúrese de apagarlas.
Instale detectores de incendios. Tenga a mano un extintor de incendio.